Durante cada ventana de transferencias de mitad de temporada, y a veces incluso antes, Frenkie de Jong emerge como una valiosa fuente de ingresos adicionales para el FC Barcelona. Este futbolista neerlandés es constantemente uno de los más buscados en la escuadra, y cada año se ve envuelto en especulaciones sobre su posible salida del club. Dada la urgente necesidad del club catalán de generar al menos 100 millones de euros a través de ventas, la situación parece no ser diferente en esta ocasión.
Los indicios sobre el futuro de De Jong cobraron fuerza tras las declaraciones del periodista Lluís Canut en el programa ‘Onze’ de TV3, donde señaló que el jugador no descartaba la posibilidad de abandonar el equipo ante una oferta adecuada. A pesar de su contrato vigente hasta 2026 y conversaciones el año pasado para su extensión, impulsadas por Deco, el jugador mostró reluctancia en comprometerse a largo plazo, optando por vivir el presente sin preocuparse por el futuro. Además, desde la perspectiva del Fair Play Financiero, realizar tal operación resultaba y sigue resultando inviable.
Aunque De Jong ha expresado su deseo de quedarse en Barcelona, informes recientes insinúan un posible cambio de situación. Según el diario ‘SPORT’, tres clubes, en particular el Chelsea, el París Saint-Germain y el Manchester United, estarían considerando la posibilidad de fichar a De Jong. Específicamente, el Manchester United estuvo muy cerca de adquirir al jugador durante el verano de 2022, cuando el Barça lo puso en el mercado para mejorar sus finanzas.
En esa época, el club catalán fijó un precio de venta de 85 millones de euros, con pagos fijos y variables, facilitando la salida de De Jong. A pesar de un acuerdo entre los clubes, el jugador optó por quedarse, demostrando su compromiso con el Camp Nou. Más tarde, expresó sentirse traicionado por la directiva de Joan Laporta, especialmente tras la filtración de detalles contractuales. Atribuyó la situación a aquellos que buscaban su salida, directamente vinculándolos a la directiva, aunque afirmó que no afectaría su rutina diaria en el club.
Actualmente, la situación parece estancada. Solo esos tres equipos tienen la capacidad financiera para negociar con el mediocampista, pero no se han dado movimientos significativos ni se anticipan cambios a corto plazo. Se espera que el tema se retome en el verano, ya sea para explorar una posible transferencia o para negociar una renovación hasta 2029. Esto refleja la estrategia buscada por el Barça el año pasado, similar al acuerdo de 2020 bajo la presidencia de Josep María Bartomeu para aplazar el salario del jugador.
